6 de noviembre de 2008

La refundación del sistema capitalista


Paco Moro
Secretario General de CTA - Coordinadora Sindical de Clase

En Estados Unidos, a pesar de los reparos de su parlamento, republicanos y demócratas, la administración Bush consiguió aprobar la inyección a fondo perdido de una buena inversión de millones de dólares a la banca. Europa no se quedó atrás, cuadruplicando dicha inversión. Es decir, siguió miméticamente la solución Bush, para restablecer la confianza en los bancos tanto americanos como europeos. La banca si que ha superado un concepto propiamente capitalista que es el factor riesgo, puesto que por lo que estamos comprobando, riesgo no existe ninguno, porque a través del Estado todos respondemos de sus operaciones.

El problema no es ese, el problema sigue siendo que la economía americana ha obligado a los bancos a ofrecer unas hipotecas muy superiores al precio especulativo de la vivienda, e incluso para establecer el “modus vivendi” de sus ciudadanos en base a las mismas. No olvidemos que éstas en Norteamérica estaban por debajo del I.P.C. y que una vez resuelto que las redes de la banca extendieran sus intereses con unas hipotecas que nos han atado de por vida, como si de la edad media se tratara, los bancos han comprobado que no podían recuperar sus ganancias (impago), han derivado hacia la banca europea, como si se tratara de un producto financiero muy beneficioso y con plenas garantías la recuperación de ese sistema. Obteniendo la financiación del pequeño ahorrador europeo, involucrando a varios bancos europeos que han sido arrastrados a la crisis financiera.

Ahora llega el terreno de las soluciones. Se trata de reparar ese motor financiero que ha sido gripado, es decir, ha querido obtener beneficios sin preocuparse de que la maquinaria tuviera aceite. Sin tener la capacidad de generar un sistema que permitiera el crecimiento de la economía y garantizara el consumo por parte de las rentas familiares (nunca es un objetivo para el capitalismo) que fuera capaz de pagar la deuda.

Y esas soluciones, según la solución Bush, de que el Estado le inyecte al motor económico, a la banca, cantidades de dinero pertenecientes al Estado que en el caso de España representa 150.000 millones de euros. El 15% del Producto Interior Bruto. Estos son los cimientos sobre los que Bush pretende dejar un nuevo sistema económico que permita seguir repartiéndose la riqueza del mundo entre varios cientos de familias.

El nuevo sistema capitalista, no trata de salvar de la miseria a la mayor parte del mundo, por el contrario lo que trata es de seguir explotando a los pobres del mundo, incluidos los trabajadores europeos, para que la riqueza recaiga entre un puñado de apoderados mundiales, (no más de cuatrocientos) los mismos que obtienen un tercio de la riqueza planetaria.

El sistema además de ser complejo, creemos conseguir entenderlo. Las inversiones que van efectuar los estados hay que pagarlas, y esas se pagan de la siguiente forma: el estado regala dinero a la banca privada, a su vez como el estado entra en déficit tiene que emitir deuda pública, la banca sigue con sus operaciones hipotecarias y la inversión del dinero recibido del Estado es invertida en deuda pública, porque el beneficio está ahí, por eso comienzan a bajar otra vez los tipos de intereses.

La banca sigue cobrando los beneficios de los consumidores de por vida, mientras paralelamente obtiene otros beneficios que son los intereses que emite el Estado para pagar su deuda pública. A modo de ejemplo mientras las hipotecas pueden continuar al 4 o 4,5%,, la deuda pública se puede emitir al 6,5% o más, eso traducido en dinero real y con las fórmulas matemáticas del capitalismo son muchos dividendos.

Pero claro, el Estado tiene que recuperar el dinero. ¿Cómo? Pues sencillamente si el producto vale 10 y una vez pagado incluido impuestos vale 16, ahora para pagar lo que debemos, (no nos olvidemos que hacienda somos todos), tendremos que pagar 20 gracias a los impuestos.

Ese era el segundo paso, el tercero es que se produce la inflación puesto que los productos se disparan de precio y como consecuencia los costes suben. Pero la culpa no es de los intereses de la deuda pública que el estado genera por la subvención a fondo perdido a los capitalistas. Una vez más, por donde únicamente se pueden reducir costes es por los salarios y la productividad, fundamentalmente los salarios. Por lo tanto, ello traerá más paro, más desregulación de la jornada laboral, más corrupción de las administraciones y más apretarle el cinturón a las clases populares, menos prestaciones a los pensionistas, una reforma estructural del sistema de pensiones donde los trabajadores cobren menos, un sistema de seguridad social donde además de ser dirigido hacia el beneficio privado (Madrid) tenga un coste menor para el estado y una inversión inferior en la educación pública, eso sí, salvando los convenios con la Iglesia para su financiación. Todo esto traerá una mayor flexibilización del mercado de trabajo, es decir, abaratar el despido libre, aumento de la jornada laboral (según la Unión Europea hasta 65 horas semanales), y reducción de los costes salariales.

Por eso dice Sarkozy, quince días antes de la reunión de los 20 mundiales, que: o la nueva refundación del sistema capitalista se hace bien, o habrá grandes revueltas populares en todo el mundo. Precisamente el Presidente que durante su mandato como ministro del interior en Francia tuvo las principales revueltas de los inmigrantes franceses de segunda y tercera generación, es decir, sabe de lo que va el tema.

El sistema capitalista jamás se podrá refundar, porque no tiene recambio en si mismo, se basa en la economía especulativa y libre, es decir, que cada uno estafa al prójimo como puede, que las leyes lo amparan porque admite la plusvalía, en aumentar el consumo aunque este no sea necesario, los seres humanos sólo deben de pensar en dos cosas: “trabajar y consumir” y por desgracia ya lo dijo alguien por ahí, los Estados están haciendo las funciones de Consejo de Administración de los intereses capitalistas, de la concentración de capital y de poder.

Lo que Bush, va a hacer es dejar en muy buena posición a los banqueros para que sigan explotando a los trabajadores de todo el mundo.

Es posible que los acontecimientos arrollen a la actual clase trabajadora europea y ésta tenga que despertar en pocos años. No olvidemos que en España todos tenemos derecho a la prestación sanitaria de forma gratuita y universal. En Estados Unidos el País más capitalista del mundo pero no el más desarrollado, más de 45 millones de habitantes (cifra que supera la de la población española) no tienen derecho a prestación sanitaria.

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