2 de febrero de 2009

Asamblea del Movimiento Sindical de Clase


El pasado día 31 de Enero se celebró en Sevilla una reunión ampliada de la Permanente Estatal de Sindicatos de Clase con la asistencia de una nutrida representación de cada uno de los sindicatos integrantes del movimiento sindical de clase. En representación de CSU-Extremadura asistimos cinco compañeros de distintos puntos de Extremadura y pertenecientes a diversos sectores laborales.

En este importante encuentro se manifestó la voluntad mayoritaria de avanzar en la coordinación de los distintos sindicatos integrantes de lo que en adelante se denominará Coordinadora Sindical de Clase (CSC). Coordinación que debería culminar a corto o medio plazo en una Confederación Sindical de ámbito estatal.
Asimismo, los sindicatos asistentes asumimos el compromiso de trabajar para conseguir la incorporación de otros colectivos sindicales a la tarea de la construcción del sindicalismo de clase en el Estado español.

Intervención de CSU-Extremadura.

“La Central Sindical Unitaria de Extremadura respalda la ponencia sobre organización que se está discutiendo.

El actual modelo organizativo del movimiento sindical de clase al que pertenecemos, consistente en la simple coordinación de organizaciones sindicales independientes, está agotado y es insostenible. Impide el avance organizativo en zonas donde ninguno de los sindicatos tiene implantación, dificulta la acción sindical en algunos territorios por la multiplicidad orgánica, impide el desarrollo organizativo y sindical más allá del ámbito territorial o de empresa en el que se circunscriben los distintos sindicatos y coordinadoras territoriales y no existe una percepción tangible del sindicalismo de clase que representamos por parte de los trabajadores. Es necesario avanzar en el objetivo de la construcción de una estructura confederal de ámbito estatal.

La actual crisis económica capitalista está provocando el despido de cientos de miles de trabajadores. El desempleo va camino de alcanzar la cifra de cuatro millones de trabajadores. La cifra de desempleados sin ningún tipo de ingresos está próxima al millón de personas. Y ante todos estos hechos no se están produciendo apenas actos de protesta o de resistencia. Los trabajadores van al desempleo y a la miseria económica como borregos al matadero. Esto es así porque los trabajadores no disponen de una herramienta eficaz que le permita defenderse.

De esta situación no solo son culpables los responsables directos de la crisis económica, es decir, los capitalistas y su gobierno, si no también los llamados “sindicatos mayoritarios “, que en realidad no son si no instituciones que forman parte del aparato del Estado y que realmente sirven a la clase social de la que es instrumento este Estado, es decir, a la burguesía, que es quién sostiene económicamente sus estructuras, ya sea a través de la financiación de la administración o directamente (recordemos el caso City Bank).

Pero también hay otros culpables que hay que señalar con el dedo. Fuera de las estructuras seudosindicales que representan CC.OO. y UGT, la realidad del sindicalismo que se reclama como alternativo es de división y fragmentación. Los trabajadores más conscientes, ante la traición continuada de los “sindicatos” oficiales recurrieron de forma mas o menos espontanea a organizarse en el ámbito de su empresa o del territorio donde trabajaban, era la única salida que les quedaba para poder defender sus intereses. Esa es la realidad de la que procedemos los sindicatos aquí presentes.

Pero mientras nosotros somos conscientes de que esta realidad surgida de la necesidad es negativa y trabajamos para superarla y conseguir la unidad de todos trabajadores en el ámbito en el que se desarrolla la lucha de clases, que es el Estado, otros, pertenecientes a opciones sindicales supuestamente alternativas y desde posiciones ya sean sectarias, oportunistas, nacionalistas o corporativistas defienden esta división de los trabajadores que les impide defenderse adecuadamente. Nosotros los acusamos como culpables de la actual situación de indefensión de los trabajadores en el conjunto del Estado español. Los acusamos de colaborar de forma directa o indirecta en la defensa de los intereses objetivos de la patronal.

Defendemos la creación de una estructura sindical confederal cuyo ámbito sea el Estado. Consideramos que es el Estado, junto a la empresa, ya sea esta privada o pública, el ámbito en el que se desarrolla la lucha de clases. Y consideramos que es el Estado el único marco jurídico de relaciones laborales.

Las medidas y la legislación que afecta a los trabajadores son decididas en el ámbito estatal, ya sea por el Gobierno, el Consejo Económico y Social o el Parlamento. Y estas medidas afectan absolutamente a todos los trabajadores que viven y trabajan en el ámbito territorial del Estado. La ejecución e interpretación tendenciosa de estas normas también corresponde a órganos de ámbito estatal como es el aparato judicial. Por lo tanto, no existe ningún otro marco jurídico de relaciones laborales que el estatal. Mienten quienes mantienen que existe un marco autonómico o nacional de relaciones laborales. Otra cosa muy distinta es defender de forma legítima un proyecto político de independencia de un territorio que en la actualidad pertenece al Estado español. Pero esto es eso, un proyecto, que podrá materializarse o no en el futuro. Pero la realidad actual es que existe un Estado y que es en el marco de ese Estado donde se desarrolla la lucha de clases y que es en ese ámbito en el que los trabajadores deben unirse para defender unos interese que son comunes y confrontarse con una misma clase social opuesta que está estructurada a nivel estatal.

Esta es la REALIDAD, y reconocer esta realidad y actuar en consecuencia no significa estar de acuerdo con ella ni muchísimo menos. Es perfectamente compatible defender un proyecto político independentista y defender al mismo tiempo la unidad de todos trabajadores afectados por las mismas normas jurídicas y confrontados con el mismo aparato del Estado y la misma clase social capitalista.

Creemos que debemos iniciar desde ahora mismo un proceso de profundización de la coordinación de nuestros sindicatos que culmine a corto plazo en un congreso constituyente del que salga una Confederación Sindical de Clase de ámbito estatal, una confederación que posiblemente será distinta a experiencias anteriores y a la que se debe facilitar la incorporación de otros colectivos de trabajadores. ”

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